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El cáncer de hígado es provocado por un crecimiento anormal y descontrolado de células en dicho órgano.
ÍNDICE
Cómo se desarrolla el cáncer de hígado
El hígado es un gran órgano que se encuentra ubicado en la parte superior de su abdomen (barriga), justo debajo de la caja torácica. Está dividido en dos secciones llamadas lóbulos.
El hígado desempeña casi 500 funciones diferentes, incluyendo:
- eliminar las toxinas de su cuerpo
- procesar la comida digerida
- producir bilis, un líquido digestivo que ayuda a descomponer los alimentos grasos
También puede regenerarse por sí solo y sigue funcionando aunque esté dañado gran parte del mismo.
Qué es el cáncer primario de hígado
El cáncer que comienza en su hígado se denomina cáncer primario de hígado.
Se pueden producir tumores cancerígenos en su hígado y diseminarse a través de su torrente sanguíneo o su sistema linfático a otras áreas de su cuerpo, donde pueden crecer y formar tumores secundarios. Su sistema linfático está compuesto por los tejidos y órganos, incluyendo su médula ósea, bazo, timo y nódulos linfáticos, los cuales producen y acumulan células que combaten las infecciones y enfermedades. Esta diseminación del cáncer se llama metástasis.
Los tumores también se pueden diseminar desde otras partes de su cuerpo, tales como desde sus intestinos, senos o pulmones, hasta su hígado; a esto se le llama cáncer secundario de hígado. El cáncer secundario de hígado es mucho más común que el cáncer primario de hígado.
Esta hoja informativa se centrará solo en el cáncer primario de hígado.
Tipos de cáncer primario de hígado
Existen varios tipos de cáncer primario de hígado:
- carcinoma hepatocelular
- colangiocarcinoma
- angiosarcoma
- hepatoblastoma
El carcinoma hepatocelular (también conocido como hepatoma o CHC) es el tipo más común de cáncer de hígado. Comienza en las principales células del hígado llamadas hepatocitos.
El colangiocarcinoma comienza en las células que recubren su conducto biliar y se conoce comúnmente como cáncer de conducto biliar. Su conducto biliar es un tubo que conecta el hígado con el intestino delgado. Para más información, vea los temas relacionados.
El angiosarcoma, que comienza en los vasos sanguíneos de su hígado y el hepatoblastoma, el cual comúnmente afecta a niños pequeños, son dos tipos de cáncer de hígados menos comunes.
Síntomas del cáncer primario de hígado
Todas las personas con cáncer de hígado se verán afectadas de diferente manera, pero es muy probable que no sientan nada al principio. Luego, los síntomas pueden incluir:
- pérdida de peso
- abdomen hinchado
- dolor y malestar en el área del hígado
- sentirse lleno o hinchado después de comer
- pérdida de apetito
- náuseas
- cansancio excesivo
- ictericia (tonalidad amarillenta de la piel y parte blanca de los ojos)
Estos síntomas no siempre son provocados por el cáncer de hígado pero si los tiene, comuníquese con su médico de cabecera.
Causas del cáncer primario de hígado
La mayoría de las personas desarrollan cáncer de hígado debido a la cirrosis, que es la cicatrización del hígado. La cirrosis afecta el funcionamiento del hígado. La causa más común de cirrosis es beber demasiado alcohol. También puede ser provocada por infecciones tales como la hepatitis B y la hepatitis C. Alrededor de tres o cuatro de cada 100 personas con cirrosis desarrollarán cáncer de hígado.
Otros factores que le ponen en mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado son:
- Tener hemocromatosis, una afección en la que su cuerpo tiene demasiado hierro
- Ser hombre: el cáncer de hígado es dos veces más probable que se presente en hombres que en mujeres
- Tener diabetes
El cáncer de hígado también es más común a medida que envejece, es raro en personas menores de 45.
En África y Asia, donde el cáncer de hígado es más común, una causa frecuente es una sustancia llamada aflatoxina la cual se encuentra en maníes y granos enmohecidos. Si se consumen por un largo período, pueden provocar cáncer de hígado.
Los médicos aún no comprenden por qué las personas desarrollan un colangiocarcinoma. Sin embargo, si tiene una afección inflamatoria de intestino tal como colitis ulcerosa, usted puede estar en un riesgo ligeramente mayor.
Diagnóstico del cáncer primario de hígado
Su médico de cabecera le preguntará cuáles son sus síntomas y le examinará. También le hará preguntas sobre su historia clínica.
Su médico puede referirle a un especialista en un hospital, donde es probable que le hagan exámenes incluyendo pruebas de la función hepática. Estas pruebas chequean si su hígado está funcionando adecuadamente al examinar una muestra de su sangre. Su médico puede también chequear un marcador de cáncer particular, una proteína que se presenta en mayores cantidades si tiene CHC.
Otros exámenes que le pueden hacer incluyen los siguientes.
- Un ultrasonido, el cual usa ondas sonoras para producir una imagen de su hígado.
- Una tomografía computarizada (TC), la cual utiliza rayos X para crear una imagen tridimensional del hígado.
- Una imagen de resonancia magnética, la cual usa imanes y ondas radiofónicas para producir imágenes de su hígado.
- Una biopsia, la cual consiste en extraer una pequeña muestra de tejido de su hígado. Esta se enviará a un laboratorio para analizarla.
- Una laparoscopia. Esta es una operación menor que permite que un cirujano mire el interior de su hígado al insertar un fino tubo que contiene una luz y una cámara a través de un pequeño corte en su abdomen. Su cirujano puede tomar una biopsia del hígado al mismo tiempo.
- Una angiografía hepática, la cual es una radiografía de sus vasos sanguíneos que suministran sangre a su hígado. La misma generalmente se realiza si hay dudas sobre su diagnóstico después de una TC y una IRM.
Tratamiento del cáncer primario de hígado
El tratamiento depende de lo avanzado que esté su cáncer y de su salud general. También variará según la ubicación exacta del cáncer y si se diseminó a otras partes de su cuerpo.
Cirugía en cáncer de hígado
La cirugía es el único tratamiento que ofrece una cura para el cáncer de hígado. Sin embargo, menos de una de cada tres personas que tienen CHC pueden someterse a una cirugía para eliminarlo. Esto puede deberse a que el tumor es demasiado grande, el cáncer se ha diseminado a otras áreas o su hígado está gravemente dañado por la cirrosis.
Las opciones de cirugía incluyen:
- una resección de hígado, en la que se extrae la parte afectada de su hígado (este es el tipo de cirugía para el cáncer de hígado más común)
- una lobectomía, en la que se extirpa un lóbulo de su hígado
- un trasplante de hígado, en el que se reemplaza el hígado por el de un donante, aunque solo una pequeña cantidad de personas son aptas para este tipo de cirugía
Se puede extirpar una gran parte de su hígado si tiene una resección hepática o lobectomía. Sin embargo, su hígado puede autoregenerarse y recuperar su tamaño original con el tiempo.
Tratamientos no quirúrgicos contra el cáncer de hígado
Inyecciones de etanol
Las inyecciones de etanol (alcohol puro) se pueden utilizar para tratar tumores pequeños. El etanol se inyecta a través de su piel en el área afectada durante un ultrasonido. Detiene el suministro de sangre al tumor, matando las células cancerígenas.
Ablación con radiofrecuencia
Durante un ultrasonido o tomografía computarizada, se coloca una aguja delgada en su tumor y se pasan ondas radiofónicas a través de la aguja. Las ondas radiofónicas calientan el tumor y lo destruyen.
Quimioterapia y quimioembolización
La quimioterapia implica el uso de medicamentos para encoger el tumor y disminuir sus síntomas. La quimioterapia no es muy exitosa en el tramiento del cáncer de hígado, pero un procedimiento llamado quimioembolización puede ser más efectivo. Esto significa que se mezclan medicamentos de quimioterapia con una sustancia aceitosa llamada lipidol, la cual les ayuda a permanecer en su hígado por más tiempo para que tengan mayor efecto. Al mismo tiempo, se inyectan pequeñas cuentas de gel para bloquear el suministro de sangre a su tumor.
Criocirugía
Se coloca nitrógeno líquido en el tejido circundante al tumor para congelar y destruir el cáncer.
Terapias biológicas
Son medicamentos que utilizan sustancias que se encuentran naturalmente en el cuerpo para matar el cáncer.
Preguntas y respuestas
La hepatitis B y la hepatitis C pueden provocar un tipo de cáncer de hígado llamado carcinoma hepatocelular (CHC). Se piensa que ambos tipos de hepatitis pueden desencadenar cambios en sus células hepáticas que pueden provocar crecimientos cancerígenos.
Explicación
La hepatitis es la inflamación de su hígado. La hepatitis B y C son provocadas por una infección viral.
Tanto la hepatitis B como la hepatitis C provocan inflamación y daños hepáticos. Esto a menudo resulta en cirrosis. La cirrosis se produce cuando el tejido sano de su hígado se reemplaza por tejido cicatrizado, lo cual significa que su hígado no puede funcionar tan bien como debiera. La cirrosis puede provocar cambios en las células de su hígado, haciéndolas crecer de una manera anormal y descontrolada, lo cual puede propiciar el desarrollo de un CHC.
Sin embargo, la cirrosis no siempre está presente en el hígado de personas con CHC y hepatitis B o C. Esto condujo a los médicos a creer que dentro de ambos tipos de hepatitis hay un desencadenante que altera sus células hepáticas, provocando su crecimiento hasta convertirse en tumores cancerígenos (CHC). Actualmente, no se sabe con exactitud cuál es el desencadenante o cómo se produce esto.
Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca del cáncer de hígado, la hepatitis B o la hepatitis C, consulte con su médico de cabecera.
Explicación
La hemocromatosis es una afección a largo plazo en la que su cuerpo absorbe más hierro del que necesita. Usted puede nacer con la afección (hemocromatosis genética), o puede desarrollarla más adelante en su vida, generalmente como resultado de transfusiones de sangre a largo plazo debido a un trastorno sanguíneo.
Normalmente, usted solo tiene unos tres a cuatro gramos de hierro en el cuerpo, el cual se almacena en pequeñas cantidades en el hígado y médula ósea. Cuando su cuerpo absorbe más de cinco gramos de hierro, comienza a depositarlo en sus órganos en mayores cantidades que lo habitual. Esto sucede principalmente en su hígado, pero el hierro también se puede depositar en otros órganos tales como su páncreas, corazón y articulaciones. Esto puede resultar en daños que provocan afecciones a largo plazo.
Una de las principales complicaciones es la cirrosis del hígado, en la cual el tejido hepático sano se reemplaza por tejido cicatrizado. Con el tiempo esto puede impedir que su hígado funcione adecuadamente y se puede convertir en cáncer de hígado (CHC).
Sin embargo, el simple hecho de tener hemocromatosis no aumenta su riesgo de CHC. Su riesgo solo aumenta si usted desarrolla cirrosis. El tratamiento para la hemocromatosis es muy simple y efectivo. Implica quitar regularmente sangre de su cuerpo para ayudarle a deshacerse del exceso de hierro. Si recibe un diagnóstico y tratamiento en forma temprana, los daños en su hígado y otros órganos se pueden prevenir. Esto también reducirá su riesgo de desarrollar afecciones graves como el cáncer de hígado.
Una biopsia de hígado se lleva a cabo usando una aguja, la cual se inserta a través de su piel directamente en su hígado. Al igual que con todos los procedimientos, existen algunos riesgos. Para una biopsia de hígado, la principal complicación es el sangrado interno, pero es poco frecuente.
Explicación
Una biopsia hepática es una pequeña muestra de tejido que se toma de su hígado y se envía a un laboratorio para analizarla. Se lleva a cabo usando una aguja hueca, la cual se inserta a través de su piel directamente en el hígado, guiada por un ultrasonido o tomografía computarizada.
Le pedirán que se acueste boca arriba o de costado. Su médico le inyectará un poco de anestesia local en la piel sobre su hígado para entumecer el área, y usted permanecerá despierto durante el procedimiento. Se le pedirá que contenga la respiración por cinco a 10 segundos mientras la aguja se inserta y extrae rápidamente de su piel. Esto se debe a que el hígado se mueve ligeramente cuando respira, por lo que deberá quedarse muy quieto durante la biopsia. Tal vez necesite pasar la noche en el hospital después del procedimiento, debido a que los médicos necesitan monitorearle de cerca durante al menos seis horas después. Es posible que le den analgésicos después del procedimiento si siente alguna molestia.
Las biopsias son un procedimiento frecuente y, por lo general, seguro. Las complicaciones son problemas que surgen durante el procedimiento o después del mismo. Para una biopsia de hígado, son poco frecuentes. Ocasionalmente, se puede producir un sangrado interno. Esto es más probable si tiene cirrosis o cáncer de hígado. Muy raramente, se puede filtrar bilis de su hígado como resultado del procedimiento. También hay un pequeño riesgo de infección. Los riesgos exactos dependen de usted y varían para cada persona, por lo que no hemos incluido ninguna estadística aquí. Consulte al médico para que le explique cómo se aplican los riesgos a usted.
Más información
British Liver Trust
0800 652 7330
www.britishlivertrust.org.uk
Cancer Research UK
0808 800 4040
www.cancerhelp.org.uk
The Haemochromatosis Society
0208 449 1363
www.haemochromatosis.org.uk
Fuentes
- Guidelines on the use of liver biopsy in clinical practice. British Society of Gastroenterology
- Biopsy (liver). GP Notebook. www.gpnotebook.co.uk
- Haemochromatosis. The British Liver Trust. www.britishlivertrust.org.uk
- Haemochromatosis. The Haemochromatosis Society. www.haemochromatosis.org.uk
- Souhami R, Tobias J. Cancer and its management. 5ª edición. Oxford: Blackwell Publishing
- The link between hepatitis C and liver cancer. Hepatitis C Trust. www.hepctrust.org.uk
Esta información fue publicada por el equipo de Bupa de información sobre la salud, y está basada en fuentes acreditadas de evidencia médica. Ha sido sometida a revisión por médicos de Bupa. Este contenido se presenta únicamente con fines de información general y no remplaza la necesidad de consulta personal con un profesional de la salud calificado.
Fecha de publicación: 2021