Cómo motivar a los empleados

Motivar a los empleados sin gastar dinero

Es posible motivar a los empleados sin gastar dinero. De hecho, ni siquiera las grandes compañías como Coca Cola o Apple creen que haya que gastar demasiado dinero para conseguir motivación y espíritu de equipo entre sus empleados.

Los Recursos Humanos son el motor de mayor fuerza e impacto de cualquier empresa y debes dedicarle varios minutos de tu tiempo para crear el mejor plan y estrategia de motivación para ese capital humano.

Pero antes de conocer los distintos puntos a aplicar, debes ser muy consciente de que no todos los empleados reaccionarán del mismo modo.

¿Qué tipo de empleados tienes? Hay muchas formas de hacer perfiles psicológicos de los empleados. por ejemplo, a través de encuestas. De ese modo podrás saber cómo reaccionan ante la presión, qué tipos de retos le gustan, qué es lo que más valoran del ambiente laboral, por qué están en tu compañía, etcétera.

Aunque esto puede no ser necesario si eres un buen observador y no cuentas con una empresa de gran tamaño. Observando los comportamientos, resultados y palabras aprenderás más que con una encuesta.  

A continuación, los pasos que puedes dar en favor de la motivación de tus empleados:  

Flexibilidad

La flexibilidad en los horarios es sinónimo de confianza. Las compañías que permiten horarios flexibles suelen obtener mayor rendimiento. La flexibilidad puede estar presente en:

• Horarios de entrada y salida
• Turnos partidos
• Hora de la comida
• Vacaciones
• Días de asuntos propios
• Teletrabajo

Lo más recomendable es que no ofrezcas todas estas ventajas desde el primer momento. Solo algunas de ellas deberán estar desde el inicio, para que de ese modo exista un aliciente a seguir obteniendo ventajas, y también los empleados con más experiencia y años en tu compañía, sientan una recompensa por sus años de dedicación.  

Premiar y reconocer el buen trabajo

Al igual que en el punto anterior, hay una escalera para obtener flexibilidad, esto debe ser así en las diferentes ventajas que puedan obtener tus empleados.

La mayoría de ellas estarán sujetas a esfuerzo, experiencia, motivación y éxitos conseguidos dentro de la compañía.

Esto debe ser así en todas las esferas: flexibilidad, aumento de competencias y responsabilidades, subida de salarios, mejora de herramientas y más.

Asimismo, es importante que a un nivel más general puedan existir reconocimientos que hagan partícipes a todos y de los que todos sean conscientes.  

Hay formas de incentivar y premiar el esfuerzo. Por ejemplo, algún tipo de lista de mejores empleados, algún aviso cuando recibáis la felicitación de un cliente, mailings  o boletines informativos comunicando los logros de los compañeros, etcétera. Esto, además, incrementará la competitividad de una forma sana.  

Posibilidad de promoción

En todos los empleos deben existir posibilidades de promoción incluso cuando tengas empleados que llevan 15 o 30 años en tu empresa. Deben existir siempre opciones de aumentos de salarios, responsabilidades… aunque sean pequeñas variaciones, es crucial que ningún empleado sienta que ha “alcanzado el límite” de tu empresa.  

Asimismo, es importante que todos los empleados conozcan sus posibilidades de promoción y también que conozcan los pasos y metas que deben lograr para promocionarse.  

Objetivos claros

En este sentido es importante que toda la compañía conozca los objetivos anuales, mensuales e incluso que se fijen unos objetivos semanales. Por ejemplo, poniéndolos en alguna pizarra, un archivo compartido, un letrero…

Cada vez que estos objetivos se consigan por parte de todo el equipo será importante obsequiar con algún tipo de premio: aumentos de salarios, días libres, una comida para el equipo o simples palabras de agradecimiento, así como incluir estos logros y los nombres de quienes lo han conseguido en el boletín informativo de la compañía.

A nivel personal también es crucial que cada trabajador conozca qué se espera de él, cuáles son sus objetivos a medio y largo plazo y por supuesto que conozca qué pasos debe seguir para conseguir aumentos, flexibilidad horaria…  

Pequeñas celebraciones

Las pequeñas celebraciones deben estar presentes ante cualquier logro, ya sea individual o de grupo. Por ejemplo, puede haber pequeñas celebraciones y premios para departamentos, equipos o proyectos de trabajo.

Un ejemplo sería una pequeña celebración cada vez que el equipo comercial consigue un cliente que paga una mensualidad cuantiosa.  

Algunas formas de celebrar los logros son: pequeños viajes, team buildings, almuerzos y cenas, incentivos económicos, aumentos de salarios, boletín informativo de la compañía, aumento de puntos en sistemas como “el empleado del mes”, etcétera.  

Encuestas y preguntas

Antes y después de ejecutar las técnicas de motivación es importante preguntar a los empleados sobre qué podría ayudarles a obtener un mejor ambiente laboral, ser más competitivos o conciliar mejor su vida profesional y personal. Así como, incluir encuestas de satisfacción.

Después de unos meses será conveniente volver a realizar una encuesta de satisfacción para conocer los cambios y mejoras. Es importante también tener en cuenta todos los márgenes de mejora que existan en cada esfera y por supuesto, escuchar las sugerencias, peticiones y quejas.

De este modo, también los empleados se sentirán más valorados y escuchados y aumentará su motivación.  

Autonomía

Aumentar las competencias, la responsabilidad y la autonomía de los empleados desde el inicio les incentivará a trabajar más duro, esforzarse más y liderar los proyectos. Se sentirán más valorados y asumirán su papel mejorando sus competencias.

Por ello, aunque en un primer momento puedan existir errores, especialmente por parte de los nuevos empleados, es crucial que siempre puedan solventarlos ellos mismos y que se les den las herramientas para hacerlo.  

Otras formas de motivar a los empleados

Hay muchas formas de motivar a los empleados. Dependiendo de:

• El perfil psicológico de tus empleados
• El tamaño de tu compañía
• Y el dinero que te hayas dispuesto invertir

Podrás elegir unas medidas y técnicas de motivación diferentes. Aunque al principio muchas compañías pueden estar reticentes a invertir grandes sumas de dinero, debes tener en cuenta de que siempre es una inversión, y no un gasto. Lo importante es que a medio y largo plazo obtendrás grandes beneficios de estas medidas si sabes gestionarlas.

Si te has propuesto invertir dinero en la motivación de tus empleados fija unos objetivos claros. ¿Qué esperas obtener de esta inversión?, ¿la inversión será para todos?

• Viajes y excursiones: puedes empezar por actividades de team building y poco a poco mejorar las actividades e incluso organizar viajes, por ejemplo, con aquellos empleados que cumplan los objetivos mes a mes.
• Clases y formación: debes contar con formación para todos tus empleados. De ese modo sabrán que te preocupas por ellos y les ayudará a motivarse.
• Las mejores instalaciones: espacios para relajar la mente y hacer mindfulness, hacer reuniones, despachos privados…
• Beneficios sociales: bonos transporte, cheques restaurante… cuanto más des por ellos, más darán a tu empresa.
• Atención sanitaria: fisioterapia, psicólogos… Son beneficios muy valorados por los empleados que pueden retener el talento e incrementar la motivación.  

Errores a la hora de intentar motivar a los empleados

El principal error a la hora de motivar a los empleados, es asumir que todos son iguales o activar los mismos métodos con la plantilla.

Aunque muchas medidas son colectivas y ayudarán a incrementar el entusiasmo y la energía de todos los empleados, es importante mantener también un feedback individual. Así se sentirán escuchados, valorados y podrán darte pistas sobre cómo mejorar su motivación.

En este punto las encuestas y cuestionarios suponen una gran ventaja.  

Conclusión

Para motivar a los empleados no es necesario gastar dinero o hacer grandes cambios. Lo más importante es conocer qué métodos funcionan e incentivar una competitividad sana. Las claves son: crear unos objetivos grupales y personales claros, saber detectar el esfuerzo, la motivación y el éxito de cada empleado y premiar de forma acorde y proporcional a cada uno de ellos.

Además de la competitividad, es buena idea fomentar el espíritu de equipo mediante premios y actividades grupales que mejorarán el ambiente laboral.