Ejercicio y cáncer: impacto en la salud y bienestar

Beneficios del ejercicio físico en pacientes con cáncer

El ejercicio tiene grandes beneficios para las personas con cáncer, ya que ayuda a regular la fatiga, influye en su bienestar mental y mejora su calidad de vida de manera general. Para profundizar en ello, explicaremos de manera detallada cuáles son las ventajas de que los pacientes con cáncer hagan ejercicio.

Mejora de la calidad de vida en pacientes oncológicos

Uno de los principales beneficios del ejercicio en los pacientes oncológicos, según la American Cancer Society, tiene que ver con la calidad de vida. Las personas con cáncer que se ejercitan tienen más energía para llevar a cabo sus actividades, más autoestima, y menos riesgo de tener problemas de ansiedad y depresión.

Reducción del riesgo de recaídas

Otro beneficio importante es que el ejercicio tiene un impacto significativo sobre la recurrencia de la enfermedad y la supervivencia a largo plazo. Además, si se tiene un estilo de vida saludable, con una buena alimentación y suficiente actividad física, es posible reducir el riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas, así como el riesgo de un segundo cáncer.

Cómo el ejercicio ayuda en la rehabilitación del tratamiento

El ejercicio puede ser de mucha ayuda para quienes, después de haber pasado por cierto tipo de tratamientos contra el cáncer, están haciendo sesiones de rehabilitación. La actividad física, especialmente en forma de ejercicio aeróbico y entrenamiento de fuerza, ayuda a mejorar la condición física general, acelerando la recuperación y aumentando la energía.

Hay que tener presente que el ejercicio no solo mejora el estado físico, sino también el bienestar emocional, por lo cual es muy útil para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad o la depresión. 

Actividad física y prevención del cáncer

Para hablar sobre la relación entre la actividad física y la prevención del cáncer es necesario tener como referencia los estudios observacionales sobre el tema, en los que se estudia a personas que realizan diferentes tipos de actividades físicas y se les hace seguimiento durante años para evaluar si desarrollan cáncer.

El National Cancer Institute señala que este tipo de estudios no pueden demostrar una relación causal, se han obtenido resultados similares en diferentes poblaciones, por lo que es posible decir que la actividad física puede ayudar a reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.

En todo caso, aún hace falta realizar más estudios sobre el tema, ya que muchos otros factores influyen sobre la prevalencia de esta enfermedad. 

Tipos de ejercicio recomendados para pacientes con cáncer

Aunque es recomendable hacer actividad física para prevenir o contrarrestar el impacto del cáncer sobre las personas, cada tipo de ejercicio tiene un efecto particular sobre el cuerpo de las personas. Te comentamos cuáles son los más importantes, y de qué manera puede ayudar a los pacientes de cáncer a tener una mayor calidad de vida.

Ejercicio aeróbico: beneficios para pacientes oncológicos

El MD Anderson Cancer Center, de la Universidad de Texas, habla sobre las rutinas de ejercicios que deberían hacer las personas con cáncer, y señala que lo mejor es empezar por ejercicios de bajo impacto. Es decir, ejercicios aeróbicos como caminar, correr o montar en bicicleta.

Es importante hacer al menos 150 minutos de ejercicio durante la semana, minutos que se pueden distribuir de la forma que se considere más conveniente. La cantidad de ejercicio que cada que se puede hacer varía de una persona a otra.

Ejercicio de fuerza y cáncer de mama

El ejercicio de fuerza también ha demostrado tener muchos beneficios para las personas que han sido diagnosticadas o tratadas por cáncer de mama

El levantamiento de pesas ligeras, los ejercicios con bandas elásticas o el uso del propio peso corporal, no solo fortalece los músculos, sino que también mejora la densidad ósea, algo particularmente importante para las mujeres que han recibido tratamientos hormonales o quimioterapia

La actividad física, según un artículo publicado en la National Library of Medicine, es una medida de apoyo que sirve para contrarrestar los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, como la pérdida de fuerza muscular, la fatiga, la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia y la pérdida de la calidad de vida.

Existen diferentes métodos de prevención del cáncer de mama, conocerlos te puede ayudar a reducir el riesgo de padecer este tipo de cáncer. 

Ejercicio físico y cáncer de colon

En un artículo titulado Effect of exercise on colorectal cancer prevention and treatment, se resalta que el ejercicio físico puede prevenir hasta un 15 por ciento de los casos de cáncer de colon.

Este tipo de cáncer es el tercero más común, y la cuarta causa de muerte relacionada con cáncer en todo el mundo, por lo que tener estrategias que ayuden a prevenirlo puede resultar muy útil.

Impacto del ejercicio en la salud digestiva

El ejercicio no solo ayuda a prevenir el cáncer de colon, sino que también tiene un impacto positivo sobre la salud digestiva. La actividad física mejora la motilidad intestinal, contribuye a la regulación de la flora intestinal y puede ayudar a prevenir enfermedades como el síndrome de intestino irritable y la enfermedad de Crohn.

Te recomendamos leer sobre los beneficios del ciclismo para entender de qué manera el ejercicio puede ayudar a prevenir el cáncer de colon y combatir los efectos negativos de esta enfermedad sobre la salud digestiva.

Cáncer de próstata y ejercicio físico

Hopkins Medicine señala que el ejercicio físico reduce considerablemente el riesgo de padecer cáncer de próstata, una de las neoplasias malignas más comunes en los hombres. Incluso algunos estudios indican que ejercicios de bajo impacto, como caminar de una a tres horas por semana reduce las probabilidades de desarrollar este cáncer hasta en un 86 por ciento.

¿Cómo el ejercicio mejora el pronóstico en pacientes con cáncer de próstata?

Un artículo de Cancer Research UK menciona que los hombres con cáncer de próstata que hacen ejercicio viven una vida más larga que los que no. Esto quiere decir que la actividad física no solo ayuda a prevenir el cáncer, sino que también mejora el pronóstico de quienes lo padecen. 

Cáncer de pulmón y actividad física

La actividad física ha demostrado tener efectos positivos en la prevención y el tratamiento del cáncer de pulmón. Veamos de qué manera el ejercicio puede ayudar a tener un sistema respiratorio más saludable y prevenir esta enfermedad.

Efectos del ejercicio en el sistema respiratorio de pacientes

Los pacientes de cáncer de pulmón suelen sufrir de síntomas como disnea, tos, fatiga, ansiedad, depresión e insomnio, entre otros más. Sin embargo, el ejercicio puede reducir su impacto, ya que mejora la capacidad cardiorrespiratoria, la función pulmonar y el estado psicológico de quienes padecen este tipo de cáncer.

A pesar de esto, la mayoría de los pacientes tiene un nivel de actividad física insuficiente. En este sentido, es clave promover el ejercicio, ya que sus beneficios para el sistema respiratorio están bien documentados. 

Precauciones y recomendaciones para pacientes oncológicos

Te compartimos una pequeña lista de precauciones y recomendaciones para los pacientes oncológicos que desean empezar a hacer ejercicio. De esta manera, se pueden obtener todos los beneficios, sin correr el riesgo de que se presente algún tipo de complicación.

¿Cómo adaptar el ejercicio según el tipo de cáncer?

Diferentes tipos de cáncer afectan al cuerpo de manera distinta, y las capacidades físicas de los pacientes pueden variar según el tipo de tratamiento recibido, el estadio del cáncer y su estado general de salud.

En algunos casos es mejor hacer ejercicios aeróbicos, mientras que en otros se deben hacer ejercicios de fuerza. Para tener claro esto, se debe consultar a un especialista, quien además de ofrecer una rutina de entrenamiento personalizada, puede brindar apoyo emocional a los pacientes.

Indicaciones médicas antes de comenzar un programa de ejercicio

Antes de que un paciente oncológico inicie cualquier programa de ejercicio, se debe contar con la aprobación y la supervisión de un especialista médico. Esto es importante porque se debe evaluar el estado general del paciente, el tipo de cáncer que padece, el tratamiento recibido y los posibles efectos secundarios.

Ejercicio durante y después del tratamiento oncológico

El ejercicio se debe realizar durante el tratamiento y después de él. Se debe tomar en cuenta que la actividad física no solo mejora el estado de ánimo, la calidad del sueño y la expectativa de vida de los pacientes con cáncer, sino que reduce el riesgo de recurrencia, según el Dana-Farber Cancer Institute. 

Ejercicio físico y prevención del cáncer

El ejercicio físico, como hemos visto a lo largo de este artículo, tiene un papel clave en la prevención del cáncer. Bien sea que se trate de una actividad moderada o de ejercicio intenso, se pueden obtener beneficios importantes.

La práctica regular de ciertos deportes puede disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer entre un 20 y un 40 por ciento, dependiendo del tipo de cáncer y del nivel de actividad física. Además, como mencionamos en el punto anterior, en algunos estudios se ha demostrado que mantenerse activo después del tratamiento oncológico puede reducir significativamente el riesgo de recurrencia del cáncer. 

Preguntas frecuentes

Veamos cuáles son algunas de las preguntas frecuentes sobre el ejercicio y el cáncer, y cuál es la respuesta de los especialistas a ellas.

¿Qué tipo de tumores reduce el ejercicio físico?

El ejercicio físico ha demostrado reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de tumores. Sin embargo, un artículo de Cáncer Research UK destaca los efectos positivos de la actividad física sobre el cáncer de mama y el cáncer de colon.

¿Qué ejercicios debe hacer una persona con cáncer?

Hay muchos factores que influyen en la elección de un tipo de ejercicio en particular. Por ello, lo mejor es consultar a un médico y obtener recomendaciones personalizadas.

Para el cáncer de mama, por ejemplo, se recomiendan los ejercicios de fuerza, sobre todo para mejorar la movilidad en los hombros y los brazos.

¿Por qué el ejercicio reduce el riesgo de cáncer?

El National Cancer Institute responde esto, señalando que el ejercicio tiene diferentes efectos biológicos sobre el cuerpo, incluyendo la reducción de hormonas como el estrógeno y otros factores de crecimiento asociados con el desarrollo y la progresión del cáncer.

Además, mejora la función del sistema inmunológico, ayuda a prevenir la obesidad y reduce la inflamación en el cuerpo.