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Aunque la mayoría de las personas no piensa en las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se trata de un tema con el que se debe estar muy alerta. Hablamos de un riesgo no sólo para la salud sexual, también para la salud reproductiva.
En este artículo te contaremos cuáles son las ETS más comunes, cómo se transmiten, qué síntomas suelen generar, y cómo buscar ayuda médica en caso de ser necesario. Después de terminar la lectura, tendrás una comprensión más amplia sobre el tema, y entenderás qué medidas puedes tomar para evitar las enfermedades de transmisión sexual.
ÍNDICE
Clamidia
La clamidia es una de las ETS más comunes en todo el mundo, aunque según WebMD, tan solo el 25% de las mujeres y el 50% de los hombres experimenta síntomas. Esto hace que la infección, causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis, pase desapercibida y se propague con mucha facilidad.
Cuando se presentan síntomas, esta enfermedad de transmisión sexual se caracteriza por generar dolor al orinar, dolor abdominal, y sangrado entre periodos menstruales cuando se trata de mujeres. En los casos en los que no se trata a tiempo, la clamidia puede extenderse hasta el útero y las trompas de falopio, lo que puede dañar de forma permanente los órganos reproductivos de las mujeres.
Para tratar la clamidia se utilizan antibióticos, y se deben hacer exámenes después de al menos tres meses para comprobar si la infección se eliminó por completo del cuerpo.
Gonorrea
Otra de las enfermedades de transmisión sexual más comunes es la gonorrea, que según el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, puede causar infecciones en los genitales, el recto y la garganta. Además, es una enfermedad con una tasa de contagio muy alta, sobre todo en personas jóvenes de 15 a 24 años.
La gonorrea es causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae, y en muchos casos es difícil de tratar porque esta bacteria desarrolla resistencia a los antibióticos. Cuando no se recibe atención médica, además, puede provocar infertilidad y embarazos ectópicos.
Al igual que la clamidia, es una enfermedad de transmisión sexual que muchas veces no provoca síntomas. En algunos casos se puede detectar por tener sensación de ardor al orinar; y secreciones de color blanco, amarillo o verde.
Sífilis
Esta no es solo una de las ETS más comunes, sino que también es una de las más antiguas de las que se tiene registro. La sífilis suele tener cuatro etapas, que inician con la aparición de llagas en las áreas de infección, y en muchas ocasiones se suele confundir con otras enfermedades o problemas de la piel.
En las etapas finales, cuando no se trata la enfermedad, la infección puede afectar gravemente algunos órganos internos, causando daños irreversibles. Durante el embarazo también puede transmitirse de madre a hijo, y generar deformidades en el feto.
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Herpes genital
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual causada por el virus de herpes simple de tipo 1 (VHS-1) y el virus de herpes simple tipo 2 (VHS-2). Estos virus se transmiten a través del sexo vaginal, anal u oral con alguien que lo tenga, y en muchos casos las personas no son conscientes de que están infectadas, porque no siempre hay síntomas visibles.
Generalmente, las personas con herpes genital sufren de llagas o ampollas en los genitales, en la zona del ano o en la boca. Además, es un virus que se porta de por vida, aunque existen tratamientos que sirven para reducir la duración y la gravedad de los brotes, así como su recurrencia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, señalan que tan solo en 2018 se registraron 572.000 nuevas infecciones por herpes genital entre personas de 14 a 49 años en Estados Unidos.
Virus del papiloma humano (VPH)
Según WebMD, casi todas las personas sexualmente activas tienen o tendrán VPH en algún momento de su vida. Asimismo, resalta que existen al menos 40 tipos o cepas de este virus que se pueden contagiar a través del sexo vaginal, anal u oral.
Algunos de estos tipos de VPH son considerados de alto riesgo, porque están asociados al desarrollo de cáncer de cuello uterino y cáncer de laringe.
Actualmente, existen vacunas para protegerse de ciertas cepas de VPH, y prevenir que deriven en la aparición de estos tipos de cáncer. Generalmente, se recomiendan para adolescentes y adultos jóvenes que están iniciando su vida sexual.
VIH/SIDA
Ya hemos hablado de algunas de las ETS más comunes, sin embargo, tenemos que señalar una de las más conocidas, y que más miedo han generado en la población desde su aparición: el VIH/SIDA.
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un virus que afecta el sistema inmunológico, y hace que el cuerpo sea más vulnerable a infecciones o enfermedades como el cáncer. En su etapa avanzada, este virus deriva en la aparición del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que daña por completo el sistema inmunitario de las personas.
Hacerse pruebas con cierta regularidad, y detectar la aparición del VIH de forma temprana es sumamente importante, ya que actualmente existen medicamentos con los que es posible mantener bajo control sus efectos negativos sobre el cuerpo y el sistema inmunológico.
Candidiasis
La candidiasis es una infección fúngica que se produce por el crecimiento excesivo del hongo Cándida en el cuerpo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, existen diferentes tipos de este hongo, aunque el más común es el Candida albicans.
La forma más común de esta enfermedad de transmisión sexual es la candidiasis vaginal, que se caracteriza por síntomas como picazón, ardor, y exceso de flujo vaginal. En algunos casos también puede afectar la piel y causar erupciones rojas y pruriginosas, sobre todo en las áreas cálidas y húmedas como la entrepierna.
Para tratar esta enfermedad, se recomienda el uso de medicamentos antifúngicos en forma de cremas o tabletas.
Medidas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual
Saber cuáles son las ETS más comunes es importante, pero también es necesario tomar medidas que ayuden a prevenirlas. Ahora que ya sabes cuál es el riesgo al que te puedes enfrentar al tener relaciones sexuales sin protección, te comentaremos qué puedes hacer para evitar el contagio de una enfermedad de transmisión sexual.
Se trata de medidas sencillas que en el largo plazo pueden hacer la diferencia, y que te pueden ayudar para tener una vida saludable.
Utilizar condones
Son una barrera física que ayuda a evitar el contacto directo entre los genitales de las personas que tienen relaciones sexuales.
Gracias a los condones es posible mantenerse fuera de contacto con los microorganismos infecciosos que producen algunas de las enfermedades que mencionamos a lo largo del artículo.
Algo que es importante aclarar es que, para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, los condones se deben utilizar de la manera correcta. Aunque el riesgo de transmisión de ETS durante el sexo oral es menor que durante el sexo anal o vaginal, también es importante utilizar protección.
Mantener una buena higiene genital
Mantener una buena higiene genital también es importante para mantenerse saludable, y ser menos vulnerable al contagio de enfermedades de transmisión sexual. Claro que esto no aplica a las ETS más contagiosas, y de ninguna manera sirve como medida sustituta al uso de los condones.
Es importante mantener las áreas genitales secas y limpias, sobre todo después de haber hecho alguna actividad física. La humedad proporciona a los microorganismos un espacio propicio para crecer y desarrollarse, y por ello es que resulta necesario prestarle atención.
También se deben tomar medidas de higiene después de haber tenido relaciones sexuales, y en el caso de las mujeres, durante la menstruación. Es recomendable utilizar agua tibia y jabones suaves para lavar las áreas genitales de forma diaria.
Realizar pruebas de ETS
Una parte integral de las estrategias de prevención de las enfermedades de transmisión sexual es hacer pruebas para identificar o diagnosticar cualquier tipo de contagio en caso de que se presente. De esta manera, se pueden tomar medidas para prevenir la propagación, e iniciar un tratamiento médico.
La frecuencia con la que se deben realizar las pruebas de ETS depende de la actividad sexual de la persona. Quienes tienen múltiples parejas sexuales, o han tenido algún tipo de contacto sexual sin protección, deben hacerse exámenes para evaluar si tienen alguna de estas enfermedades al menos una vez por año.
Hay que tener presente que, como mencionamos antes, algunas de las ETS más comunes no necesariamente generan síntomas evidentes, por lo que pueden pasar desapercibidas a lo largo del tiempo.
En este sentido, hay que ser precavido, y visitar a un especialista en enfermedades infecciosas, incluso si se considera que no hay nada que señale que se padece de una de estas enfermedades.
